Relato de un médico sobre la sustracción forzosa de órganos



Que las técnicas de transplantes de órganos avancen a gran velocidad y el número de donantes aumente son dos grandes noticias que todos deberíamos celebrar, y que ayudarán a mejorar y alargar la vida de muchas personas en los próximos años.

Sin embargo, parece que no hay avance positivo que consiga la humanidad que no tenga su reverso tenebroso. Es el caso del “turismo de transplantes” que ya se dio en países como Egipto o la India y que ahora alcanza un gran pico en China.

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Ethan Gutmann ha realizado una investigación al respecto, que ha plasmado en su libro El Matadero. En él explica cómo en los últimos años el turismo de trasplantes exprés se ha incrementado en el gigante asiático y cómo puede estar realizándose una sustracción forzada de órganos a prisioneros de cárceles y campos de trabajo.

Se trata sobre todo de presos pertenecientes a Falung Gong, una corriente espiritual y de meditación perseguida desde 1999 por el gobierno de China. Para apoyar su relato, durante su presentación ante el Comité Conjunto de Comercio y Asuntos Extranjeros y Defensa en Irlanda, contaron con el duro testimonio del doctor Enver Tohti, que detalló como él mismo llegó a practicar una extracción forzosa de órganos en un paciente todavía vivo. Podéis ver su testimonio en el siguiente video:



Quizá lo más estremecedor del relato sea la afirmación del doctor de que no se sintió culpable al hacerlo, ya que consideraba que estaba “ayudando a derrotar a un enemigo del estado”.

Según afirma el propio Gutmann, con su libro no ha pretendido dar una solución, si no dar visibilidad un problema que, en su opinión, rivaliza con los grandes genocidios del siglo pasado y con el cual la comunidad internacional no puede seguir haciendo oídos sordos.

Su investigación, realizada junto a David Matas, dio origen también a un informe de 700 páginas en el que afirman que cada año se practican en China entre 60.000 y 100.000 trasplantes por año, proviniendo muchos de ellos de prácticas inhumanas como estas. Estos datos le dan pie a afirmar lo siguiente:

“Si viajas a China a hacerte un trasplante, hay muchas posibilidades de que una persona inocente esté muriendo por ti”
Podéis saber más de su investigación y su libro, El Matadero, en esta conversación entre el propio Gutmann y Eeva Markjukka Heikkilá, representante de la Comisión Europea de Derechos Humanos, en el siguiente video. Seguro que no os va a dejar indiferentes.